Estas páginas te darán información general sobre las mantis; como su morfología, camuflaje, sentidos, modo de vida y su hábitat natural.
Morfología de una mantis
La morfología, -o plan corporal – de una mantis es similar a la de muchos insectos. Tiene seis patas, dos alas y dos antenas. Sin embargo, tienen algunas características especiales que las hacen únicas entre los insectos. En primera, son capaces de girar su cabeza como los humanos. Ningún otro insecto puede girar su cabeza, sus cuellos son demasiado rígidos. Además, las mantis tienen patas delanteras modificadas, especialmente adaptadas para atrapar presas y sujetarlas firmemente. Estos ‘brazos’ son muy fuertes y están equipados con espinas puntiagudas, para mantener un agarre firme de la presa.
La mayoría de los mántidos adultos tienen alas (algunas especies no). Las hembras comunmente no pueden volar con sus alas, pero los machos sí.
Camuflaje
Algunas especies de mantis dependen de un buen camuflaje para evitar que los depredadores se las coman, mientras que otras mantienen un look más simple. Las mantis bien camufladas tienen muchas proyecciones en su cuerpo en forma de hojas secas, ramas, pétalos de flores o incluso musgo. Sus colores pueden variar de marrón (café) a verde, blanco, rosa, amarillo, o una mezcla multicolor. Las de apariencia más simple son verdes, cafés o color arena, pero sin modificaciones especiales.
Los sentidos de una mantis
Las mantis tienen tantos sentidos como nosotros: vista, olfato, gusto, tacto y oído; pero dependen mayoritariamente de su vista. Este sentido es impresionante comparado a las habilidades de otros insectos. Son unos de los pocos insectos que tienen visión estereoscópica: pueden ver con los dos ojos al mismo lugar, lo que les hace posible calcular distancias de manera muy precisa. Sus otros sentidos son débiles comparados a los nuestros; su olfato se limita principalmente a oler feromonas específicas que los miembros de su propia especie emiten. Su sentido del oído es debil, pero muy especial en el mundo de los insectos. Casi ningún insecto puede oir como nosotros, sólo pueden sentir vibraciones. Pero las mantis de hecho tienen un oído, en medio su abdomen, que puede detectar los tonos agudos de un murciélago! Este oído está especialmente desarrollado para captar los llamados de ecolocalización de los murciélagos, y no puede escuchar otros tonos. Gracias a este oído, una mantis puede escuchar cuando un murciélago la está persiguiendo en el aire. Si una mantis al volar oye el llamado de un murciélago a una distancia cercana, dará un giro repentino y se dejará caer al suelo. Esto salva la vida de la mantis, ya que los murciélagos son un depredador muy común de insectos voladores.
Desarrollo
Las mantis son parte de los insectos heterometabólicos; esto signfica que sobrellevan una metamorfosis incompleta. Una metamorfosis completa es como la de las mariposas o los escarabajos: primero tienes una oruga o larva, luego una pupa (capullo), y después el insecto adulto. Este adulto no se parece para nada a la primera fase del ciclo de vida. En las mantis y los otros heterometabólicos, el insecto recién nacido ya se parece a los adultos. En las mantis, de hecho, las ninfas recién nacidas son casi iguales a sus padres, excepto por el tamaño, el color y las alas. Estas ninfas mudan su piel alrededor de 6 a 9 veces antes de llegar a la adultez. El número de mudas depende de la especie y el sexo de las mantis. Cada vez que una mantis muda su piel, crece. Debido a su rígido exoesqueleto (su piel), la mantis no puede crecer entre mudas.
Cada estadío de ninfa es indicado con un número; a las ninfas recién nacidas se les llama L1. Después de mudar por primera vez, se llaman L2. Esto continua hasta que la mantis es casi adulta. Cuando sólo le queda una muda para llegar a la madurez, se le llama frecuentemente subadulto, aunque aún se podría indicar su etapa de vida con su número-L.
Los huevos de mantis se depositan en la forma de una ooteca. Esto es un cúmulo de huevos envueltos en espuma. Esta espuma se endurece rápido después de que la hembra produce la ooteca, y de esta manera protege a los huevos del frío, los depredadores y la desecación.
Video de ninfas de mantis eclosionando:
Hábitat natural y comportamiento
Las mantis se encuentran en todos los continentes excepto la Antártida, y por lo tanto su hábitat natural es muy diverso. Las mantis se encuentran en árboles, arbustos, pastizales, e incluso ambientes desérticos. Pueden vivir en ecosistemas húmedos o muy secos. Su modo de vida depende fuertemente de su hábitat y de la especie, pero en general una mantis es un depredador paciente, de emboscada. Es decir, que se queda en un lugar e inspecciona el ambiente en busca de posibles presas. Cuando detectan alguna presa, ciertas especies irán activamente a su caza. Otras especies seguirán esperando hasta que la presa esté lo suficientemente cerca para ser atrapada.
Cuando las mantis llegan a la fase adulta, la hembra generalmente se quedará en su posición, mientras que el macho la buscará. El macho es capaz de volar, mientras que la mayoría de las mantis hembras no lo son. La hembra emite una feromona cuando está lista para aparearse. El macho puede oler la feromona de su propia especie a kilómetros de distancia, y vuela hacia ella.